El 18 de agosto de 1936, Federico García Lorca fue fusilado por el ejército franquista.
Han pasado 80 años y nada se sabe de sus restos. Este ensayo, que apela a
Luis García Montero y a la autoridad de Ian Gibson, el biógrafo lorquiano
Han pasado 80 años y nada se sabe de sus restos. Este ensayo, que apela a
Luis García Montero y a la autoridad de Ian Gibson, el biógrafo lorquiano
por excelencia, indaga en ese misterio y en las razones por las cuales
la familia del poeta se opone a la búsqueda.
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